Esther Parodi de Jáuregui - María Richter Cruzatt de Curi - Elvira Morote Best de Gálvez - Serafina Medina Juzcamaita - Orfelinda Herrera de Angeles - América Delgado de Lara - Lidia Alfaro A. - Blanca Valdez C. - Rosa Leonila Gálvez del Villar - Gladys Peralta Luna - M. Zaida Saldaña - Carmen Chávez Ludeña - Olga Chávez Anaya - Angélica Moisés - Luz Guzmán Acosta - Carmela Juzcamaita Vivanco - Constantina Ramírez C. - Graciela - Sonia García Bendezú - Rosa Mavila León - Lupe Salazar Lindo - Consuelo Quispe - Indira Salas - Edith Lagos - Raquel Mitma Pariona - Liudmila Claudio González - Celmira Zaga Cornejo.

Ya se ha dicho en tono sentenciosos: Toda antología es incompleta. Agregaríamos aún, en más de las veces, es antipática porque genera grietas de incomprensión. No obstante, tienen un valor utilitario al margen de gustos o disgustos, por cuanto ofrece una visión panorámica de la creación literaria y llena vacíos para un lector o investigador. la presente selección de Poetas mujeres de Ayacucho, definitivamente es incompleta, más aún, si se considera que la tradición literaria en Ayacucho se remonta a los primeros años de su fundación, ocurrida el 25 de abril de 1540, en sus dos vertientes: la literatura culta, llamada oficial y la literatura popular plasmada en lengua oral. Pero como pareciera que esta parte de la región del país no tuviera voces femeninas en la poesía, surge Poetas de Ayacucho o un espacio para voces ausentes, a modo de encender una vela a falta de lámpara y como entrega inicial. Más allá de lo anecdótico, en 1990 se organizó el I Congreso Nacional de Poetas Mujeres del Perú en la ciudad de Huancayo, evento al que fui invitado para una disertación. Condicionamientos de fuerza mayor no me permitieron asistir. Sin embargo, revivió una franca contienda en mi conciencia, porque desde algunos años atrás venía martillándome la preocupación de contar con una selección de poesías escritas por ayacuchanas. El título -nada fácil de resolver por supuesto- era un escollo virtual, pero como la mayoría de ellas no había publicado un libro, no había continuidad manifiesta, la denominación de poetisas resultaba siendo problemática, por lo que se optó por el título propuesto. Además, no era justo que con una tradición envidiable por su sensibilidad artística, una irrefutable valentía para las lides justas, presencia permanente en la historia del país, en los episodios más cruentos y decisivo, esté ausente en la poesía peruana, la mujer ayacuchana" contraportada