Canto del dolor y de la angustia - Soneto para no morirse - Otros poemas para amar la vida.

El siguiente capítulo de la liberación poética es la segunda parte de la obra, conformada únicamente por el "Soneto para no morirse". El solitario poema permite al autor emanciparse de la tragedia reciente, emerger renovado con un grito de rebelión contra el destino final de la atribulada criatura humana y afirmar solamente la existencia. Todo arte, en el luminoso misterio de su mito, es el secreto combate del corazón del hombre contra la muerte. La intransigente opción por la vida, la terca elección por continuar en la brega de los días, pese a la insistencia del sepulcro, es la victoria de la poesía. Un triunfo precario y amenazado, pero triunfo al fin y al cabo, que fortalece a la voluntad de no extinguirse. El soneto así se convierte en un enlace entre el abismo y la cumbre, el infierno y la gloria, las sombras y la luz, el dolor y el regocijo, dándole a éste de una sólida y precisa unidad. El itinerario de la liberación se desboca incontenible en la última parte del poemario. Otros poemas para amar la vida es la desembocadura de una larga travesía, donde acontece la ascensión amorosa, la plenitud compartida y la embriaguez de la experiencia. Entonces el quebranto del amor extraviado y el aguijón de la muerte, ceden paso a la celebración de lo vital, al elogio de lo intenso, al homenaje, a lo gratificante de la vida y al júbilo del canto. El poeta ha dejado atrás el angustioso dolor y ha conseguido emanciparse de sus monstruos y de sus pesadillas. Como Cernuda, quiere vivir cuando el amor muere. La hazaña de la liberación se cumple perfectamente. El éxito es del poeta y de la poesía, una vez más. El resto es la supremacía del amor sobre la muerte. la perpetua hegemonía de la vida."

Exposición Permanente: "La Casa sin Puerta. Literatura Amazónica (1940-1980) organizada por La Casa de la Literatura Peruana, 2018.