"Mientras espera una visa para viajar a los Estados Unidos, un joven aspirante a actor que se gana la vida en un centro de fotocopiado emprende un viaje en auto con su padre. Van al sur, al pueblo de sus ancestros, un paraje costero que, tras las vacaciones de cada verano, se convierte en un lugar detenido en el tiempo, desolado, de algún modo inquietante. El propósito es cerrar la casa de un tío abuelo, un personaje notable de la localidad que acaba de morir, y poner en orden sus papeles. Sin embargo, pronto advertimos que el trayecto a la provincia es también un recorrido de vuelta al origen, otra forma de viaje interior. Padre e hijo buscan - sin decirlo claramente - tender puentes entre sí, mientras confrontan asuntos como las deudas con el pasado, el amor, el temor de crecer, de enfrentan un nuevo destino, el desprecio al otro, la envidia, las expectativas vitales, el lugar que estamos destinados a ocupar en el mundo. Sentados en un bar de aquel remoto paraje, rodeados de desconocidos como fantasmas de otros tiempos, ambos parecerían preguntarse: ¿existe aún un vínculo con ese sitio, con esa gente, con esos provincianos?."